LA SAYA

La Saya es una danza que nace de la expresión de los negros mulatos que habitaban las regiones altiplánicas en la época de la colonia en el Virreynato  del Perú, es un estilo de música y danza que puede ser considerado como el resultado de la fusión de elementos africanos, aymaras y españoles, la Saya se expandió en territorio peruano, chileno y boliviano. La Saya representa una mezcla de sentimientos, los cuales pueden ser alegría y tristeza, entre otros.
Su origen africano está implícito de la deformación del vocablo Nsaya de origen kikongo (África), así la Saya etimológicamente significa: trabajo en común bajo el mando de un cantante principal. Esta compuesta de música, danza, poesía y ritmo donde se utiliza bastante la metáfora y la sátira tocando temas de la esclavitud y de la situación actual.
La Saya presenta elementos del ancestro africano, sin embargo tiene algunas peculiaridades sincréticas amaras como la vestimenta, especialmente en las mujeres.
Una de las características que mas resaltan en la Saya es en que los varones, con sus potentes voces, coplas que las mujeres repiten con bellos matices de sus voces de sopranos. Los movimientos del baile son muy armoniosos y sensuales. Las mujeres con una presencia erguida, moviendo la cadera y con pasos que marcan la coreografía.
El ritmo exquisito de la SAYA
Actualmente durante el desarrollo de la danza se pueden notar distintos personajes como el Caporal que representa a los esclavos mas fieles que el patrón escogía para ser los encargados y quienes con látigo en mano y siendo de la misma raza maltrataban a los demás esclavos como muestra de lealtad y servicio a sus amos. La Cholita, este personaje representa a la mujer esclava que hacia tareas domesticas, trabajo en el campo y en las labores diarias en las haciendas de blancos. El Achachi, dueño y señor de tierras y esclavos, representa a los negreros ibéricos y europeos que se dedicaban a traficar, transportar y comercializar esclavos.
La vestimenta de la danza es muy creativa y original tanto en varones como en mujeres, el traje de las damas se compone en minipolleras con lentejuelas, calzados de taco alto de color brillante que hacen juego con la vestimenta, blusa con bordes y motivos andinos y altiplánicos y el típico sombrero tipo borsalino de copa baja característico de los pueblos aymaras. El traje de los varones incluye el sombrero de la ala ancha que el danzante lleva en la mano, camisa holgada con lentejuelas y motivos andinos y altiplánicos, cinturón donde se coloca el látigo, pantalón de corte militar con armazón plateado en las piernas, botas con cascabeles y látigo. El Achachi se diferencia porque este lleva un látigo mayor y una máscara como muestra de desprecio por el esclavo.
Renato Sánchez

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